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lunes, abril 18, 2011

Daltónicos – Villa Mercedes 9-04-2011




REVOLUCIÓN MONOCROMATICA...

Es la que desató este sábado el rockteto punkie premium, que desde hace mas de 10 años viene remando en un océano de dulce de leche para lograr trascender y r-evolucionar su arte.

Daltónicos es el nombre que eligieron metafóricamente en sus comienzos, los miembros fundadores Pompón y Araña, para materializar la cosmovisión del mundo, en la cual no distinguen colores (razas), fundamentando una base de igualdad para todos.

Escribiendo como forastero en esta tierra puntana, puedo afirmarles que me sorprendió terriblemente el potencial de esta banda, ya que la misma cumple con la santísima trinidad de condiciones necesarias y excluyentes, que conducen a los artistas al olimpo creativo: Grandes canciones + Reconocimiento popular + Excelente Performance (arriba y debajo del escenario).

El sábado fue un evento que será recordado por siempre, siendo Daltónicos la primer banda rocker en acceder al legendario escenario (Boliche Don Miranda - Villa Mercedes - San Luis), semillero de los próceres de la guitarra cuyana.

Podría trazarse un paralelismo, con el no menos mítico C.B.G.B. de New York, que migró de ser un reducto "folklorico" de Country, Blue Grass y Blues, a incubadora de leyendas del mundo del rock (Ramones, White Zombie, Television, Blondie, etc.).

Como corresponde, el público hizo de las 2 horas de evento una fiesta interminable de hits pasados y presentes, donde reinó el pogo sano, el lunático mosh y el desfile de amigotes y fans por el escenario para cantar o tocar algún instrumento con la banda...


Está de más decir que la banda suena poderosamente enérgica con este line-up:

Pompón: voz + viola rítmica (el frontman indiscutido)

Araña: bajo (muy buen groove)

Maxi: batería (la rompe este muchacho)

Javi: viola líder + rítmica (el G. Harrison de Daltónicos jaja)

Setlist:

Intro (Imperial March Star Wars), El papel, BDH, Papa, Que me partan, Sera muy tarde, La traicion,Sin reproches, Nada para elegir, La policia, Cesar, Sucio y desprolijo (tributo al Carpo),16 (homenaje de Pompón a su compañera de vida y madre de sus hijos), Mala noche, Llorando, Fuck you (tributo a Luca), Don´t worry about me (tributo a Joey Ramone con Danita Parosky), Isabel, Yuyo, La cañita, Asimilar el dolor, Vainillas con gancia, Pobrecitos, Amotinada (HIT!!!!!!!!!),Salpicar, Dale sol, Sin alas, Carlito, Buscando, Mi ley (el manifiesto de codigos de vida de Pompón => su My Way), Daltonika, Escabiado, Pensar en vos, Asesino, Solo y daltónico (MEGA HIT!!!!), Quemado y Jesucristo García (cover de Extremoduro).



Momentos Inolvidables del show:

El eterno pogo de la gente cantando todos al unísono las canciones de memoria.

La interpretación improvisada de Polly del Nevermind de Nirvana por Pompón después de hacerse una siestita al costado del escenario (pensé que se moría jajaja).

La version de Don´t Worry About Me de Danita, la futura L7 mercedina.

El cierre con todo el mundo cantando Jesucristo García.

Todos los amigos y fans subiendo al escenario para cantar y tocar, dándole una frescura pocas veces vista en eventos como este.

Info importante de la banda:

A fines de abril graban su último disco con una super producción en los estudios de Casa de la Música (Villa Mercedes, San Luis), como resultado de haber ganado en el 2010, el primer premio en el multitudinario concurso SAN LUIS ROCK PERFORMANCE.

Desde hace más de 10 años a pulmón, principalmente desde Villa Mercedes vienen con este proyecto. Anteriormente Pompón y Araña fundaron una banda de reggae llamada Escarlata, mucho antes de que se instalara la moda rentable del son jamaiquino en nuestro país.

Facebook: Amigos de Daltonicos

e-mail: daltonicos@yahoo.com.ar

Texto y fotos: FACU MONTI


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martes, abril 12, 2011

Iron Maiden - Estadio Vélez Sarsfield - Buenos Aires - 08/04/2011


Con puntualidad inglesa, a las 9 y cuarto de la noche las luces del José Amalfitani se apagaron para dejar sólo el fondo símil cielo estrellado que, acorde con la temática de su último disco, preparó Iron Maiden para su nuevo desembarco en Argentina. Así, cuando todavía muchos de los que se colgaron tomando la última cerveza por las calles de Liniers seguían entrando al estadio, largó -a un volumen considerablemente bajo- Satellite 15, tema introductorio de The Final Frontier, la placa que trajo a la Doncella de Hierro una vez más frente al público argentino.


A partir de acá, vale una observación. Llamó la atención de este cronista cómo gran parte del público, si bien evidentemente disfrutaba del recital, parecía sólo esperar que la banda entregara los clásicos que preparó para la ocasión para saltar, gritar y realizar los clásicos coreos de las partes de guitarra por los que la hinchada argentina es tan célebre entre las bandas de estadios. Así, fueron tratados casi con indiferencia grandes temas que componen esta nueva etapa de Maiden desde el regreso de Bruce Dickinson, pese a tratarse de grandes obras como la contundente canción que da nombre al más reciente disco y que fue la encargada de abrir el show luego de la intro de rigor, o la emotiva (y casi profética si leemos la letra) Where The Wild Wind Blows.
La banda, a lo mejor tomando conciencia de la recepción que tienen las canciones que cimentaron su historia como gigantes del metal, decidió entonces justamente ir mechando, barajando los temas infaltables (aunque un par se echaron de menos, como Run To The Hills o Aces High), entremezclados entre los temas de la última década, entre los cuales obviamente fueron mayoría los de su larga duración del año pasado.
Los viejitos se la bancan, y además de tocar mucho y bien -fueron 2 horas casi exactas de una ejecución precisa, casi de relojería de las canciones-, le ponen el cuerpo a la situación, especialmente el ya nombrado Dickinson, con sus corridas por la planta baja y el primer piso del escenario (todo eso sin pifiar una nota, y después de haber piloteado el avión que los lleva por todo el mundo, lo que se dice un frontman completito); y el violero Janick Gers, encargado de desplegar una interminable pirotecnia visual de piruetas, patadas y solos a la velocidad del rayo.


Impecable la puesta en escena, que además de estar respaldada por la escenografía espacial-futurista que le sirve de temática en esta gira, fue complementada por sucesivos telones de fondo para las canciones que ilustraban de manera espectacular aquellas canciones que contaban con una temática determinada (imposible no sentir la adrenalina subiendo al descubrir el telón con la ya mítica figura de The Trooper). Parte también de la puesta visual fueron dos versiones diferentes de Eddie, uno de unos 3 metros de alto que interactuó con los músicos, y que incluso se calzó una guitarra y por un rato además de la mascota fue el cuarto violero de Maiden. Su segunda aparición, más adelante en el recital, fue en forma de cabeza y manos gigantes (gigantes en serio, eh) que acechaba a músicos y audiencia desde la parte de atrás del escenario. Lamentablemente, no fue tan impecable la puesta sonora, que además del bajo volumen con el que contó al principio y que fue gradualmente mejorando, por momentos registraba subidas y bajadas bruscas del volumen de algún instrumento, como si todavía se estuvieran haciendo correcciones de último momento.


De todas maneras, poco le importó esto a las casi 45 mil almas sedientas de metal que agitaron los cimientos de la cancha de Vélez, que corearon hasta el final que llegó con Running Free, que se desvivió para que, como aclaró el mismo Dickinson mientras observaba casi maravillado a la hinchada corear el famoso "Iron Maiden es un sentimiento, no puedo parar", la para Argentina sea el material fundamental del DVD en vivo que están preparando y cuya prueba fueron la gran cantidad de cámaras que registraron cada detalle. Así, y como seguramente sucedió tras los recitales de AC/DC, la despedida de las sudorosas pero contentas huestes metaleras fue: "nos vemos en el DVD".

Crónica: Luis Parodi

Fotos: Web

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