Facebook: facebook.com/elsotanorock
e-mail: radio@elsotanorock.com.ar

viernes, diciembre 10, 2010

Stone Temple Pilots Orfeo Superdomo 05-12-2010


La previa a la visita de los Stone Temple Pilots a la ciudad de Córdoba estaba impregnada de la tranquilidad que los domingos a la tarde suelen tener en nuestra ciudad. En parte por esto, en parte quizás por la escasa promoción que se realizó del show, si bien había expectativa entre los que desde temprano se congregaron en el Orfeo para ver a una de las bandas fundamentales en la movida alternativa de los `90, no se palpaba en el aire la ansiedad y la alegría desbocada que sí puede presenciarse en otras presentaciones internacionales que nuestra ciudad ocasionalmente recibe.

De todas maneras, lejos de ser un obstáculo para el disfrute del show, esta tranquilidad y la relativa poca gente que finalmente presenció el show, sirvió para darle un marco de cierta intimidad y comodidad a quienes acudieron a presenciar el show de Weiland y sus secuaces. La velada, para quienes entraron con bastante antelación al show principal, comenzó con el preciso y atrayente show de los locales Ojos de Piedra, que ganaron bastantes adeptos, al menos si nos guiamos por los SMS que podían leerse en ese momento en las pantallas situadas a ambos costados del escenario.

Luego de unos momentos más de espera amenizados por la curiosa ovación del público a uno de los plomos de la banda (que seguramente se llevará como recuerdo de los cordobeses el olé olé olé, gordo, gordo que le dedicó el público del campo), finalmente las luces se apagaron y Eric Kretz, los hermanos DeLeo y el serpenteante Scott Weiland tomaron el escenario y comenzaron a entregarle al público que los aclamaba un largo desfile de clásicos de su época más gloriosa sin dejar de lado los temas que integran su último trabajo, un disco homónimo editado este año que si bien no contiene la avalancha de éxitos que caracterizó a los discos de su etapa pre-separación, representa una continuidad con sus trabajos anteriores, tal como si el tiempo se hubiese detenido en los primeros años de este siglo y esa consabida separación nunca hubiese ocurrido.

Escénicamente, aparte de ese foco magnético de atención que es Weiland, la banda estuvo muy bien secundada (complementada casi) por el impecable trabajo de luces, que aportaron el clima necesario para cada tema, y dentro de cada tema, acompañaron cada corte y cada estribillo de una manera particular.

El resto de los músicos, sin querer quedarse atrás del protagonismo de su frontman, asombraron con largos cuelgues instrumentales que sirvieron como intro o preámbulo a la mayoría de las canciones, sobre todo cada vez que se disponían a interpretar alguno de los grandes clásicos de la banda, entre los cuales obviamente se destacaron temas como Plush o Interstate Love Song como los más coreados de la noche. Fue en la ejecución de estos intermezzos instrumentales donde se pudo apreciar el virtuosismo de los Pilots (sobre todo sorprendió gratamente la pericia y versatilidad del bajista Robert DeLeo), pudiendo escapar por momentos de la exacta interpretación de los temas de su setlist. Pese a haber tenido una duración normal para lo que suelen ser estos recitales, el show dio la impresión de pasar volando, y rápida e inesperadamente llegó el final con Trippin´ On a Hole In a Paper Heart, la despedida con los típicos souvenirs arrojados al público, y ante el no regreso de los músicos a escena el público se resignó a que grandes canciones que faltaron como Creep, Sour Girl o Big Bang Baby no sonaran tampoco en los inexistentes bises a los cuales tanto nos hemos, quizás, malacostumbrado en tantos años de visitas nacionales.

Cronica: Luis Parodi

Fotos: Matias Vercelli

0 comentarios:

viernes, diciembre 03, 2010

Rammstein Estadio Racing ( Argentina ) 27-11-2010 ( Primera Parte )


El amor al metal industrial esta ahi para todos...

En el infame potrero del "Original" Racing, los berlineses cumplieron con su necesaria y estratégica segunda visita a nuestra nación, después de 11 años de ausencia por la "real-pampa" (aquellos memoriosos recordaran cuando en 1999 ellos telonearon a los eternamente ladrones de KISS en la gira presentación de su disco-robo "Psycho-Circus" en carácter de teloneros con un show sumamente superior en impacto visual y sonoro, a pesar de que prácticamente fueron echados a escupitajos por muchos cacos ignorantes que 11 años después los recibieron con devoción en Avellaneda).

Con una frialdad y precisión digna de una máquina herramienta alemana de primera línea, Rammstein enfoco su setlist en su nuevo (y excelente, dicho sea de paso) "Liebe ist fur alle da", así como tambien rememoro sus viejos himnos con una dignidad solamente perteneciente a grandes artistas.

Un combo muy peculiar en el cual el rol de virtuoso (y clown mediático) del grupo recae en Flake Lorenz (quien, oh coincidencia, antes de formar parte de Rammstein, reparaba maquinas herramientas), gran tecladista, ayudado por su alta y esmirriada figura a realizar los actos más desopilantes en escena (léase, ser incendiado, cocinado al vino blanco en olla gigante y tocar plácidamente los teclados mientras camina en una cinta de fitness).

Till Lindemann (prototipo del fornido germano, ex-campeón europeo de natación con un futuro olímpico arruinado por una lesión muscular irreversible) es un frontman increíble, con una autenticidad única e imitable por miles de grupejos alemanes con una presencia intimidante sobre el escenario. Dotado de una voz increíble (grave y patriarcal, con una pronunciación perfecta de la "r" al estilo prusiano => así como el jefe de la Agencia KAOS del súper Agente 86) supo cautivar a la audiencia con sus gesticulaciones, lanzando fuego por doquier y encorvado machacando su muslo derecho.

Cierran la base sonora de la banda, Paul Landers (el único miembro no nacido en Alemania, sino en Bielorrusia) en guitarra rítmica compartida con Richard Kruspe (miembro fundador, con las pelotas necesarias como para cruzar el Muro de Berlín en el 88).

Marcando el groove poderosamente bailable y tambien headbanger, Doom Schneider, demostró ser una baterista poderosísimo en escena, con escuela "Ulrich" en lo que respecta al uso de vincha y azote de los parches, secundado por el bajista tímido pero a la vez ultra perverso, Oliver Riedel.

Muchos se preguntaran porque dos guitarras en Rammstein conviven, si casi no hay solos: bien, la respuesta apela al síndrome "Fear Factory", ya que ambas si bien realizan líneas o riffs de guitarra similares, ambas armonizan brindando un sonido mucho más compacto y poderoso, similar al grabado en estudio (se graban 4 o 5 pistas de guitarra superpuesta en cualquier grabación decente)

Al margen de las críticas por la calidad nefasta de sonido (que teniendo en cuenta la envergadura de la banda, parecía mas destinado al cierre de campaña un candidato a Intendente por el Partido Verde de Salsacate, que al de un grupo internacional) y otros aspectos imperdonables como la permanencia de las luces encendidas en las plateas, fue un show espectacular en el cual el grupo complemento la obligada presentación del nuevo disco con grandes hits del pasado no tan lejano.


Cronica: Facundo Monti
Fotos: Facundo Monti

0 comentarios:

Rammstein Estadio Racing ( Argentina ) 27-11-2010 ( Segunda Parte )


Aquí vamos con la review subjetiva tema a tema:


Rammlied: canción de choque (con una detonacion de bomba tamaño barco), himno de Rammstein para futuras generaciones, en el cual partiendo de un telón gris obnubilado por luces esquizoides, se da lugar al desempolvar una bandera gigante de Alemania latente con cada golpe de bombo (los alemanes en el fondo son todos pequeños fuhrers).

B*******: un tema poderoso medio tiempo del nuevo disco antesala de lo que vendría.

Waidmann´s Heil: los teutones hacen un saludo empinando sus brazos en el interior de su ser, con esta gran canción con intro de fanfarrias dignas de cacería humana. Primer coitus interruptus de la noche: a minutos de comenzar se corta todo el show. Horas más tarde se supo de buena fuente que todo sucedió debido a que por cuestiones de seguridad del público, al desplazarse la valla 15 cm de su posición nominal, era inseguro y por ende: Achtung!!!!!!!!!!.

Keine Lust: malambo estrambótico a la alemana, hit del recuerdo.

Weisses Fleisch: hitazo de la primera placa Herzeleid, con Till golpeando su brazo sobre su pierna derecha, en posición de primate masturbante.

Feuer Frei!: primero de la saga de hits de la noche pertenecientes a "Mutter" en brillar en la noche, con lanzamiento de llamas profesional.

Wiener Blut: otro hit oculto de la nueva placa con grandes artilugios pirotécnicos como complemento. Hasta ahora el publico a punto caramelo como porno star a la espera del bukkake de Pedro Norte.

Fhruling in Paris: La primavera en Paris es menos calurosa que en Avellaneda, con Richard Kruspe emulando a fogón con la acústica, brindando el momento romántico de la noche.

Mein Teil: canción inspirada en el Carnicero de Rotemburgo, quien fue un mutante que publico en su momento en el periódico local, la necesidad de buscar un postulante para ser trozado y devorado. Como en Alemania hay varios limados, una víctima apareció, y con previa ingestión del pene rostizado del mutilado, por parte del victimario y la víctima, se consumó el asesinato y carneado del mártir. Esta historia motivo a Till a componer la canción, representada en el show con la cocción de Flake a la llama en una cacerola gigante en manos del frontman en rol de carnicero lunático.

Du riechst so gut: hueles muy bien, y tambien cantas, ya que fue uno de los temas más ovacionado por la audiencia.

Benzin: las crónicas de un loser total quien se convierte en un fanático del olor a gasolina, fluyen como lava de volcán en uno de los momentos más incendiarios de la noche.

LINKS 1234: himno militar con pasito incluido que levanto a los muertos de las tumbas. Flake brilla haciendo aerobic sobre su cinta.

Du Hast: eyaculación musical del show. Punto culmine. Canción vitoreada por todos, con un grand finale formando un triangulo de fuego aéreo entre el escenario y dos torres de luces.

Pussy: uno de los mejores hits pop del nuevo álbum. A pesar de ser reciente todo el mundo conocía la letra (será por estar cantada parte en alemán e ingles). Una letra bastante locuaz sobre los tabúes sexuales, con eyaculaciones simuladas de chispas y papel picado para todo el mundo. Parece que se acaba el show, pero es solo la primera pausa...

Sonne: himno majestuoso de "Mutter", profundamente coreado por el público en estado de ebullición. El campo cada vez saltaba mas como una manada de canguros que como un grupo de humanos.

Haifisch: el tiburón!!!!, en este hit del nuevo disco, Flake debería sumergirse a la marea popular con un bote inflable, pero por temor a ser despojado de sus prendas y bienes por la audiencia sedienta de fetiches de recuerdo, decide no hacerlo.

Ich Will: yo quiero, yo deseo que ese recital no termine, pero estamos muy cerca del fin. Con su fraseo cavernoso e hipnótico, apoyado por la detonacion masiva de fuegos llegamos al final. Till adelanta "Ya nos vamos. Muchas gracias" con su frialdad germana esperable.

Ich tu dir weh: en nuestro pais solamente se toco el fragmento inicial fusionándolo con el gran hit latino de "Rosenrot"...

Te quiero Puta!: en la fecha de Chile se invito a féminas a pandear sus bochas en escena al son de este hit, cosa que aquí no sucedió. Gran touch mariachi por parte de Flake tocando la trompeta. Los berlineses se despiden en pose de caballero medieval.

Las sensaciones recibidas en este show son irreproducibles en una síntesis de palabras, así que dejo para otra oportunidad las vivencias de la previa y post show.


Cronica: Facundo Monti
Fotos: Facundo Monti

0 comentarios:

martes, noviembre 30, 2010

Rammstein Estadio Racing ( Argentina ) 27-11-2010


Avellaneda vivía un día atípico. Este sábado 27 de noviembre, no era una marea de camisetas rojas ni celestes y blancas las que poblaban una de las arterias principales a la espera de entrar en uno de los estadios de la ciudad. Una interminable fila de remeras negras venidas de varios rincones del país hicieron ese día latir el corazón del Sur de Buenos Aires al ritmo granítico de Rammstein.


Larga fue entonces la espera pero mucho mayor aún la recompensa cuando, ya en horas de la noche, el telón negro que cubría totalmente el escenario cayó sincronizadamente al sonido de Ramm!!, para dejar paso a una gigantesca bandera alemana, que se mantuvo unos segundos allí, imponente, como para recordarnos a todos lo que habíamos ido a ver y lo que se venía, hasta que el Stein!! que completa el nombre de la banda y que también constituye el estribillo del primer tema interpretado por los berlineses le permitió a la multitud congregada ver finalmente a los seis músicos, dispuestos en prolija formación, ya en plena faena.


No fue casual la elección del tema Rammlied para la apertura del show, tratándose del tema que abre Liebe Ist Fur Alle Da, disco que la banda vino a presentar a nuestro país y que fue tocado casi en su totalidad a lo largo del show. Luego del shock inicial, le siguió casi inmediatamente otro tema de la última placa, después otro más que fue abruptamente interrumpido cuando un asistente le pidió a la banda que interrumpiera su ejecución. La incertidumbre se apoderó de los miles de almas que poblaban el estadio por aproximadamente 10 minutos, donde apenas se pudo escuchar de boca del mismo asistente que había una persona desmayada, presumiblemente entre las primeras filas de un campo que se encontraba poblado hasta el último centímetro cuadrado. Cuando para alivio del público la banda retomó su lugar, se transformó ya en un tren imparable de fuego y distorsión que lucía ajustadísimo no sólo en la ejecución de los músicos entre sí, sino también en la sincronización de los efectos de fuego y pirotecnia con la música, a punto tal que las llamaradas podrían ser ya el séptimo integrante de Rammstein. Llamó la atención, entonces, la ausencia de una pantalla gigante, tan frecuentes en los últimos tiempos, que acompañase semejante despliegue escénico y que permitiera a los plateístas divisar con más claridad lo que sucedía en el, para ellos, lejano escenario.


Uno tras otro, entonces, se fueron alternando viejos y no tan viejos clásicos de la banda (desde Du Riescht So Gut, del primer disco a Benzin del penúltimo, pasando por el infaltable Du Hast), con las canciones de su último trabajo (entre las que se destacó la emotiva Fruhling In Paris). Cada uno de los temas presentando un recurso escenístico o pirotécnico particular en perfecta sincronía con lo que sonaba, resultando de esa manera, más que un adorno, un complemento a la interpretación de cada uno de los temas. Pasaron así llamaradas, lluvia de chispas, la genial olla caníbal de Mein Teil, fuegos de artificio que volaron sobre la cabeza de la gente, lluvia de papelitos y los sorprendentes penes lanza chispas de Pussy. Todo esto con el gran Till Lindemann, frontman de la banda, como incólumne maestro de ceremonias, esbozando cada tanto un serio "gracias" ante la respuesta de la multitud, contando con la complicidad del tecladista Christian "Flake" Lorenz, como una especie de bufón y contraparte del cantante.
Pasó poco más de una hora de show hasta el consabido amague de despedida, para en poco tiempo después regresar con un largo set de bises, cerrando en un final a toda orquesta con Te Quiero Puta!, todo un guiño para el coreo y el deleite del público en su gira latinoamericana. Terminó, como todas las cosas buenas, dejando a la gente con ganas de más, quizás también por algún que otro clásico de la discografía del grupo faltante en la lista de temas. De todas maneras, la multitud que lentamente abandonaba la cancha de Racing para emprender el regreso seguramente guardará por largo tiempo en sus oídos y sus pupilas el estruendo y las imágenes dejados por la que, ojalá, no sea la última visita de Rammstein a la Argentina.

Crónica: Loco Parodi
Fotos: La Web

2 comentarios:

viernes, septiembre 24, 2010

Superlogico Captain Blue 18 - 09 - 2010

Sábado a la noche. Sabiendo de mi incapacidad por llegar a horario a cualquier lado, acomode mis cosas para poder estar desde temprano en Capitán Blue. Se presentaba “Superlogico”, la banda tributo a los Redondos y quería verlos en vivo para corroborar esos rumores de que son tan grosos.

Agarré avenida Costanera y enfilé para el boliche. El privilegio de pertenecer a los medios me permite, algunas veces, entrar por una fila especial. La fila para la gente bonita, los invitados y la prensa. Y ahí me dirigí. “Mucho glamour para una fiesta ricotera”- pensé mientras el clon del cantante de Miranda me pedía fuego y unos freaks me miraban como diciendo “que bueno es estar en esta fila”. “Cuando toca la banda”- le pregunte a la mas normal de los que allí estaban. “No se a que hora toca Pocho”- me respondió y ahí me cayó la ficha: Estaba en la Bizarren fest y yo tenia que ir al otro Capitán Blue, el que no es Xl. “Lastima”- pensé – “Tenia ganas de ver al doble de Charly García”.



Una vez en el verdadero lugar me lamenté por no haber podido escuchar la banda que le hacia el aguante a “Superlogico”. Llegué para el último tema.”Rocanrroll nene” era el estiloypor lo poco que escuche sonaba bastante parejo. El local rebosaba de ricoteros y demás roqueros. Todos ansiosos por escuchar temas de los redondos en vivo. Yo me contaba entre ellos.

“Yo caníbal” dio comienzo a la misa ricotera que tomó por sorpresa a mas de un desprevenido. Versiones poderosas de temas clásicos volvieron loca a la audiencia que no paro de saltar y cantar durante casi las 2 hs de show. “Me matan limón”, “Ya nadie va a escuchar tu remera”, “Caña seca y un membrillo” y otras tantas dieron la banda de sonido perfecta para los nostálgicos

Luego del parate que obliga el rock, la banda recargada de clásicos como “Una chica con la remera de Greenpeace”, “Todo un palo”, “El pibe de los astilleros”, Salando las heridas”, entre otros. A esta altura cualquier tema de Patricio Rey es un clásico.

El público guardaba sus últimos cartuchos para el previsible final. Se respiraba en el aire las ganas contenidas de poguear “Jijiji” en vivo y todos estaban preparados para dar lo mejor de si. La banda y el público. Esas cosas suceden cuando las bandas están a la altura de las circunstancias. Y Superlogico lo está. Y sucedió lo que debía suceder: El ritual pagano que comienza con el primer machaque de la guitarra y termina con la clásica melodía del saxo que anuncia el mejor de los finales.

No quedaba mucha mas que hacer salvo irse. Y así salieron todos contentos del boliche de la calle Tyllard, menos yo, que me quede tras bambalinas “ambientando” con la banda y recopilando anécdotas que contaré en otro momento. La noche termino en el hotel donde se hospedaban y al final de la jornada se me dio. Mientras bajaba para irme, el ascensor paró en el primer piso y ahí estaba: El doble de Charly García. El también se hospedaba en el mismo hotel. Había sido una noche perfecta.

Texto y fotos: Mono

0 comentarios:

jueves, septiembre 16, 2010

Embajada Boliviana - Club 69 - 11/09/2010


Divertido, clasico, sencillo, simple y siempre puuunk!

“ehhh loocooooo… Eso son lo ramóneee!!!” grito el gil que estaba atrás mío, como si hubiese descubierto la pólvora…Lo cierto es que quien se dice amante de la banda neoyorquina no pudo sino haberse mojado en sus propios pantalones tan sólo con el arranque de Embajada tocando No tengo nada. En otras palabras, la noche del sábado en Club 69, comenzó (y terminó) a pura algarabía ramonera.

La movida arranco temprano con Mentes Tomadas. Fuaaaaaa! de toque, los impacientes cuerpos ávidos de punk, empezamos a aglomerarnos frente al escenario, para escuchar esa reluciente Gibson y ver de cerca al sacado baterista que, se escuchaba, sabía lo que hacía.

Entremeses de por medio, apareció lo que sería, para quien suscribe, la frutilla del postre. Gisela, también en batería pero ya de la mano de Karaduras, subió al escenario y comenzó tímidamente lo que minutos más tarde se transformaría en una locura. La muy simpática, talentosa
y femenina baterista punk, dejo a más de uno con la boca abierta y preparo la vaina para que los
Los Poxi (ex Poxilinea) hicieran lo suyo en escena con canciones coreadas, pogo, mentes agitadas, sudor, crestas y dejaran la sensación de que todo queda en familia…

De repente, lo que todos estábamos esperando… Embajada Boliviana arranco con No tengo nada, para seguir otro hitaso: Pateando basura; luego, continuó tocando por más de una hora y lo hizo con una lista de temas que recorrió toda su discografía. Despidiéndose con Memorias de la guerra, la banda se retiro del escenario frente un público que, acabado el show, continuaba coreando sus canciones.

Después de una ausencia de casi 10 años, un público cordobés bastante variado (que incluía muchas chicas punk, pero de revista eh?) y que, cual buen feligrés, se congrego el sábado en Club 69 “para escuchar canciones de amor, de las calles, de deliradas, de amigos y de alcohol…” E.B. se llevo consigo las gargantas de sus fanáticos y la locura de las señoritas del público.

Como diría Vicky, invitada especial de El Sótano Rock todo se resume a una de sus frases: Os avisamos, somos los mismos que cuando empezamos…

Texto y Fotos: Ay Carmela


0 comentarios:

viernes, septiembre 10, 2010

Los que hacemos El Sotano Rock

Somos El Sotano Rock. A lo mejor ya nos conocés, escuchaste alguno de nuestros programas, nos escuchaste nombrar por ahí o fuiste a alguno de los eventos que organizamos. Somos básicamente un medio independiente, algo que comenzó primero como idea y que fue tomando forma a través de una radio en Internet, y que ahora empieza a buscar nuevas maneras de expresarse. Esto que tenés ante tus ojos es la próxima manera que elegimos para hacerte llegar lo que está pasando a nivel música en Córdoba, un adelanto de lo que será la cobertura a nivel gráfico de los eventos que estén dando vuelta por la ciudad, una idea más para complementar lo que ya te ofrecemos como radio. Si ya nos conocías, más o menos sabés de lo que se trata. Si no, te invitamos, este es el mundo de El Sotano Rock










1 comentarios:

domingo, septiembre 05, 2010

O´Connor - Captain Blue - Sábado 28/08




Pocos imaginaban en aquellos tempranos `90 que Claudio O´Connor iba a poder en algún momento sacarse esa pesada mochila que representa el haber sido el cantante de dos de las bandas fundamentales en la historia del heavy argentino, como lo son la ya legendaria Hermética y la innovadora Malón. La supuesta dificultad se encarnaba, sobre todo, porque el áspero sonido de su inconfundible voz ya había quedado marcado a fuego en el inconsciente metalero argentino; como carta de presentación inequívoca de las bandas ya mencionadas, además de muchas veces haber estado destinada a servir de amplificación de las letras de otros autores.




Pese a todo esto, se lanzó Claudio en la búsqueda de un estilo personal que hoy, más de 10 años y 6 discos después, lo ubica en un merecido lugar de privilegio en el panorama del metal nacional. Sabido es que el heavy metal ha sido, históricamente, un género poco proclive a los cambios y evoluciones por parte de los artistas, por eso es también una especie de satisfacción particular el lleno casi completo que mostró el local de Captain Blue el pasado sábado por la noche. Sin la comodidad, pero sin los problemas de sonido que exhibe su hermano mayor XL, el local del Abasto sirvió como marco para una nueva demostración de que se puede abrir la cabeza sin que por esto se pierda la identificación con un legado anterior. Por ello es que son tan pogueadas y coreadas las canciones que ya representan un clásico infaltable de la carrera de O´Connor como los históricos temas de Hermética que la banda regala en cada presentación. Banda que, pese a llevar como nombre el apellido de su cantante, no descansa solamente en los hombros y la hipnótica presencia escénica del mismo, sino que el frontman sabe hábilmente delegar el protagonismo en sus laderos, entre los que se destacó en esa noche el nuevo guitarrista, una extraña mezcla entre Randy Rhoads y Cristian Sancho que salió más que airoso de cada intervención donde su instrumento ganaba el centro de atención de la escena.




En definitiva, una nueva prueba empìrica de que los matices rítmicos y vocales que O´Connor aporta con sus canciones no son, en ningún momento una pérdida de intensidad o de pesadez, sino un agregado de oscuridad y de profundidad, que sumado al poderoso pero cuidado sonido y al baño de realidad pesimista que configuran sus letras, hacen de esta banda uno de los números más cautivantes para presenciar en la escena metalera nacional, y la noche del pasado sábado no fue una excepción.

Texto: Luis Parodi / Fotos: Tomás Torres

0 comentarios: