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sábado, marzo 30, 2013

El Grillo

En una ciudad mediterránea de la Argentina el verano es caluroso y húmedo. Dos mujeres empiezan a convivir en una casa que las atrapa, refugia y aparta del afuera. El jardín no tiene pileta, sólo reposeras bajo la sombra de dos nogales. Se oyen las abejas trabajar y el “cri criii” de aquel insecto que anuncia el cambio del clima. Las habitaciones de la casa son frescas pero demasiado oscuras como para encerrarse un verano. A la casa sólo ingresa de vez en cuando un amante que ayuda a cuidar el jardín. Una de las mujeres es una reconocida actriz del teatro under que se encuentra preparando un monólogo para el estreno de su última obra teatral. La otra ocupa su tiempo buscando a su gata exótica y trayendo el recuerdo de su marido fallecido. La tormenta llega y el ambiente ha quedado limpio y fresco, pero el insecto ha entrado a la casa. La eclosión de una enfermedad terminal las vuelve a encontrar intentando re-habitar ese lugar.
Film seleccionado para Work in Progress RIVIERA MAYA FILM FESTIVAL, MÉXICO








DIRECCIÓN y GUIÓN: Matías Herrera Córdoba

PRODUCCIÓN EJECUTIVA: Juan Carlos Maristany/Ana M. Apontes

ACTUACIÓN: María Pessacq/Galia Kohan/Martín Rena

DIRECCIÓN DE FOTOGRAFÍA: Ezequiel Salinas

DIRECCIÓN DE SONIDO: Lucas Fanchin 7Atilio Sanchez

DIRECCIÓN DE ARTE: Julia Pesce

MONTAJE: Lucía Torres

IDEA ORIGINAL: Mónica Leunda/Matías Herrera Córdoba

ASISTENTE DE DIRECCIÓN: Manlio Zoppi

ASISTENTES DE PRODUCCIÓN: Vanesa Wilder/Fiorela Campo

CÁMARA: José Matías Benassi

GAFFER: Rodrigo Fierro

MICROFONISTA: Federico Disandro

ASISTENTE DE ARTE: Carolina Bravo

VESTUARIO
Jimena Gonzalez Gomeza

PRODUCIDA POR: El Calefón Cine

PRODUCTORES GENERALES POR CINE EL CALEFON:
Ana María Apontes
Matías Herrera Córdoba
Juan C. Maristany
Ezequiel Salinas
Lucia Torres 

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jueves, marzo 28, 2013

Vigilia


Fue bastante gráfico el sueño, estábamos en una especie de oficina de las de antes, en el medio de los dos teníamos una gran pizarra con dos caras blancas y jugábamos a escribirnos cosas por un rato, luego la hacíamos girar y cada cual podía leer lo que había escrito el otro, vos escribías en azul, yo en un verde, era como una tiza y se me resbalaba a veces en la pizarra, admito que mientras escribía pensaba en que estarías escribiendo, parece que el asunto se repetía en vos y te levantaste y dijiste ya está, suficiente y me abrazaste, y yo entendí que nos entendimos y sentí paz...después nos encontramos con alguien conocido que nos preguntó cómo era que estábamos ahí y que nos conocíamos, los dos dijimos a la vez la palabra "pizarra" y nos miramos sonriendo...luego empezaste a moverte por todos lados muy inquieto, yo entendía que tenía que seguirte, saliste de la oficina, hablaste con alguien en el camino, abriste otra puerta y subiste una escaleras, te encontraste con tres mujeres niñas que se reían y yo no entendía de que, entrabas y salías de los espacios, yo siempre cerca, pero cada vez más asustada y pensé... "ya no quiero estar acá"... entonces en un descuido tuyo, salí corriendo , bajé las escaleras, recorrí el patio hasta la oficina vieja, tomé mi bolso de mano el cual rogaba que tuviera todo adentro porque no iba a tener tiempo de volver a buscar algo sin que me atrapes y corrí corrí sin mirar atrás, pasadas unas cuadras me detuve para mirar, se veían las luces del lugar muy lejos, sentí un vacío muy grande y lloré, caminé despacito, hasta los pies de mi cama, desperté, me levanté y vine hasta la máquina a escribirte esto, y decirte que lamento haber salido así pero que no podía quedarme..

Beba Bidet (Córdoba, 1973)

Foto: Pedro Ustino (Córdoba, 1966)

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martes, marzo 26, 2013

Reporte Motor: FORMULA 1 EN MALASIA (segunda fecha del 2013)


¡¡MARAVILLOSA FORMULA 1!! …¿MARAVILLOSA FORMULA 1?

Gran Premio de Malasia en el Circuito de Sepang…Sengunda Carrera de la Temporada.

En un gran premio que dejo mucho que desear, no por la incertidumbre del clima, que se hizo presente en las primeras vueltas y le daba un condimento especial; Tampoco por lo deportivo, que estuvo excelente, debido a la partida de dicha lluvia,  y posterior cambios de neumáticos para todos los equipos, que hacía de la estrategia, una diva.

Ni la mala performance de el Equipo McLaren y la Escuderia Ferrari, (Jenson Button abandonó y el mexicano Sergio Perez se tuvo que conformar con un 9º puesto, mientras que la F138 de el español Fernando Alonso, choco con Sebastian Vettel, justo cuando iban a transitar por primera vez la primer curva de la carrera, dejando al Asturiano con la trompa “raspando” en el piso, lo que después le trajo como consecuencia el abandono, ya que dicha trompa se desprendió y termino debajo de su auto y ambos terminaron en la Leca; Mientras que Felipe Massa largo 2º y termino 5º, aunque el brasileño se dio el gusto de hacer una vuelta rápida y pasar a el ganador de la primer carrera de la temporada en Australia, Kimi Raikkonen) opacaron el triste y patético final de carrera.
Hasta el “blooper” del Campeon 2008, Lewis Hamilton, que entro a cambiar sus cubiertas, en el equipo equivocado, quedo en el olvido y fue lo único que se pudo tomar con un poquito de gracia.
Como una novela de Terror, todo comenzó con la batalla dentro del “Equipo” Infinty Red Bull (destaco lo de Equipo, que la palabra les quedó grande) cuando en la vuelta 43, Vettel ingreso por última vez a cambiar sus neumáticos y 1 vuelta más tarde ingresaría su co-equiper Mark Webber. A la salida Mark no quiso heredar la 2º ubicación, por lo que tuvo que sufrir varios intentos alocados de “El Joven Maravilla” por la punta de la carrera. Después de varios intentos y un mensaje de Christian Horner, donde le decía: “Cuidado Sebastian Cuidado”, finalizaba el primer Round.
No conforme con esto, dos vueltas más tarde, comenzaba el Segundo Round, cuando en plena recta, Vettel fue sobre Mark en una maniobra que lo situó entre la pared de los pits y su compañero, pasándolo en una maniobra que casi deja a ambos pilotos fuera de competencia y reviviendo, para el Austriaco, una vieja herida, donde en similar maniobra, varias veces perdió Webber, quedando fuera de carrera. A todo esto, la televisación oficial, mostraba a un Adrien Newey, gesticulando su discontento y Horner le comunicaba al alemán que lo que estaba haciendo “Era bastante estúpido”.


Algo similar ocurrió con el Team Mercedes, que incluía a 3 Contrincantes: Nico Rosberg, Lewis Hamilton y Ross Brawn. El primero, en las últimas 10 vueltas era mucho más rápido que el inglés, debido a la orden de Brawn de cuidar el combustible del F1-W04. El alemán le comunico al equipo que iba mucho más rápido que Lewis y quería pasarlo, cosa que Ross, le entregaba el primer golpe con la negativa de decirle que su compañero “estaba haciendo lo que justo el equipo le estaba pidiendo”.
Vueltas más tarde, Nico volvió a insistir con el sobrepaso y llegar a el último escalón del podio, cuando nuevamente, recibió el K.O. definitivo de el Director Deportivo, que se despacho con que “se quedara detrás de Lewis y se asegurara la cuarta colocación y llegue por detrás de él”. Rosberg poseía el auto suficiente en esas 10 vueltas finales para ir por el segundo puesto de Mark Webber y la injusticia se encargo de quitárselo.
Terminada la carrera, y casi queriendo justificar sus decisiones Brawn, por radio le agradecía a Nico el pedido y dejando entrever que después iban a tener una charla, a lo que el alemán SENTENCIÓ con un “acuérdense de esto que me han hecho”.

Pero lo triste de esta carrera no había terminado allí: faltaban 2 Rounds finales para el “Team” del Toro Rojo…uno de ellos sucedió en la sala previa a subir al podio donde el Director Técnico y padre de la criatura RB9-RENAULT, Adrian Newey, “RETÓ” (de forma bastante contenida y respetuosa) a Vettel, por las “Malas Acciones” contra su compañero. Llegaba el hombre del 2º, número nunca mejor puesto en su vida, entró sin saludar al ganador de la carrera y tampoco a Newey, retiró su gorra con el logo de la casa de neumáticos, y finalmente llego el último round, donde el piloto mostro su disgusto (también de forma respetuosa, tal vez más de lo que el alemán se merecía) diciéndole: “Ya lo hiciste varias veces, ¿que pretendías? Chocarme”  y dando el gesto de decirle “te pareció chistoso lo que hiciste”.

El podio cerró, con la entrevista obligatoria, (algo que los 3 quisieron escapar)  de forma desagradable la Segunda del 2013, con caras de no haber logrado NADA. Un Webber molesto con su equipo y su compañero; Un Vettel que se mostraba “sorprendido”;  Y un Lewis, que sabía que su puesto no se lo había ganado en buena ley.

Malas decisiones, rencores, egoísmos, orgullos quebrados, dignidad por el piso, venganzas a futuro, falta de compañerismo, falta de códigos, alguno de los ingredientes con los que van a tener que vivir estos dos Grandes Equipos durante toda la temporada.

Paso la Formula 1…en una carrera…¿¿MARAVILLOSA??


Resultado Final  

1º   Sebastian Vettel  
Red Bull    
00:01.45.520
2º   Mark Webber       
Red Bull        
+ 4''298
3º   Lewis Hamilton   
Mercedes     
+ 12''181
4º   Nico Rosberg        
Mercedes   
+ 12''640
5º   Felipe Massa         
Ferrari          
+ 25''648
6º   Romain Grosjean 
Lotus        
+ 35''564
7º   Kimi Raikkonen     
Lotus          
+ 48"479
8º   Nico Hulkenberg   
Sauber        
+ 53''044
9º   Sergio Pérez           
McLaren  
+ 72''357
10º   Jean-Eric Vergne 
Toro Rosso   
+ 87''124

Campeonato de Pilotos: Vettel 40; Räikkönen 31; Webber 26; Hamilton 25; Massa 22;  Alonso 18; Rosberg 12; Grosjean 9; Sutil 6; Di Resta y Hulkenberg 4; Button y Pérez 2; Vergne 1.

Campeonato de Constructores: Red Bull 66; Ferrari y Lotus 40; Mercedes 37; Force India 10; McLaren y Sauber 4; Toro Rosso 1.

Próxima: 14 de abril, GP de China (Shanghai)


Crónica: Darío España

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lunes, marzo 25, 2013

Interrogar al cine





"Interrogar al cine partiendo de su faceta documental significa interrogarse sobre el estatuto de la realidad frente a la cámara, o la relación entre el filme y la realidad. Significa elegir un eje de reflexión, un eje que supone que el cine se reinventa a sí mismo cuando logra hacer visible algo que hasta entonces había permanecido inadvertido en nuestro mundo."
Jean Breschand




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domingo, marzo 24, 2013

Balada del álamo Carolina


A mi madre, doña Petrolina Lombardi de Conti, 
y a la ciudad de Chacabuco, mi pueblo. 

Ciruelo de mi puerta, si no volviese yo, 
la primavera siempre volverá. 
Tú, florece. 
(Anónimo japonés)

Uno piensa que los días de un árbol son todos iguales. Sobre todo si es un árbol viejo. No. Un día de un viejo árbol es un día del mundo.
Este álamo Carolina nació aquí mismo, exactamente, aun que el álamo Carolina, por lo que se sabe, viene mediante estaca y éste creció solo, asomó un día sobre esta tierra entre los pastos duros que la cubren como una pelambre, un pastito más, un miserable pastito expuesto a los vientos y al sol y a los bichos.
Y él creyó, por un tiempo, que no iba a ser más que eso hasta que un día notó que sobrepasaba los pastos y cuando el sol vino más fuerte y templó la tierra se hinchó por dentro y se puso rígido y sentía una gran atracción por las alturas, por trepar en dirección al cielo, y hasta sintió que había dentro de él como un camino, aunque todavía no supiese lo que era eso, lo supo recién al año siguiente cuando los pastos quedaron todavía más abajo y detrás de los pastos vio un alambrado y detrás del alambrado vio el camino, que es una especie de árbol recostado sobre la tierra con una rama aquí y otra allá, igual de secas y rugosas en el invierno y que florecen en las puntas para el verano, pues todas rematan en un mechoncito de árboles verdaderos.
Por ahí andan los hombres y el loco viento empujando nubes de polvo. Tam bién ya sabía para entonces lo que era una rama porque, después de las lluvias de agosto, sintió que su cuerpo se hinchaba en efecto aquí y allá y una parte de él se quedó ahí, no siguió más arriba, torció a un lado y creció sobre la tierra de costado igual que el camino.
Ahora es un viejo álamo Carolina porque han pasado doce veranos, por lo menos, si no lleva mal la cuenta. Ahora crece más despacio, casi no crece. En primavera echa las hojas en el mismo sitio que estuvieron el otro verano y por arriba brotan unas crestitas de un verde más encarnado que al caer el sol se encienden como por dentro, pero él ahora no pretende más que eso, esa dulce luz del verano que lo recubre como un velo. Y dentro de esa luz está él, el viejo álamo, todo recuerdo. De alguna manera ya estaba así hace doce veranos cuando asomó sobre la tierra y crecer no fue nada más que como pensarse. Sólo que ahora recuerda todo eso, se piensa para atrás, y no nace otro árbol. En eso consiste la vejez. Verde memoria.
Ahora es el comienzo del verano justamente y acaba de revestirse otra vez con todas sus hojas, de manera que como recién están echando el verde más fuerte (son como pequeños árboles cada una) por la tarde, cuando el sol declina y se mete entre las ramas el álamo se enciende como una lámpara verde, y entonces llegan los pájaros que se remueven bulliciosamente entre las hojas buscando dónde pasar la noche y es el momento en que el viejo álamo Carolina recuerda.
A propósito de la noche, los pájaros y el verano. Recuerda, por ejemplo, a propósito de los pájaros, el primero de ellos que se posó sobre la primera rama, que ha quedado allá abajo pero entonces era el punto más alto, ya casi no da hojas y es tan gruesa como un pequeño árbol. En aquel tiempo era su parte más viva y sintió el pájaro sobre su piel, un agitado montoncito de plumas. Descan só un rato y luego reemprendió el vuelo. Recién dos veranos después, cuando divisó la primera casa de un hombre y detrás de ella la relampagueante línea del ferrocarril, una montera armó un nido en la horqueta de la última rama. Cortó y anudó ramitas pacientemente y así el álamo se convirtió en una casa, supo lo que era ser una casa, el alma que tiene una casa, como antes supo del camino y del alma del camino, ese ancho árbol floreci do de sueños. El nido se columpiaba al extremo de la rama y él, aunque gustaba del loco viento de la tarde, procuraba no agi tarse mucho por ese lado, le dio todo el cobijo que pudo, echó para allí más hojas que otras veces.
Al final del verano los pichones saltaron del nido y los sintió desplazarse temblorosos sobre la rama con sus delgadas patitas, tomar impulso una y otra vez y por fin lanzarse y caer en el aire como una hoja. Un árbol en verano es casi un pájaro. Se recubre de crocantes plumas que agita con el viento y sube, con sólo desearlo, desde el fondo de la tierra hasta la punta más alta, salta de una rama a otra todo pajarito, ave de madera en su verde jaula de fronda.
Ese verano fue el mismo del ferrocarril. Antes viene la casa. No vio la casa por completo, ni siquiera cuando, años después, trepó mucho más alto, sino lo que ve ahora mismo desde el brote más empinado, un techo de chapas que se inflama con el sol y una chimenea blanca que al atardecer lanza un penacho de humo. A veces el viento trae algunas voces.
Con todo él ha llegado hasta la casa en alguna forma, a través de las hojas de otoño que arrastra el viento. Con sus viejos ojos amarillos ha visto la casa aun por dentro, ha visto al hombre, flaco y duro con la piel resquebrajada como la corteza de las primeras ramas, la mujer que huele a humo de madera, un par de chicos silenciosos con el pelo alborotado como los plumones de un pichón de montera.
Con sus viejas manos amarillas ha golpeado la puerta de tablas quebradas, ha acariciado las des cascaradas paredes de adobe encalado, y mano y ojo y amarillas alas de otoño ha corrido delante de la escoba de maíz de Guinea y trepado nuevamente al cielo en el humo oloroso de una fogata que anuncia el frío, el tiempo dormido del árbol y la tierra.
El ferrocarril pasa por detrás de la casa pero hubo de trepar hasta el otro verano, cuando volvieron las hojas y los pájaros, para entrever el brillo furtivo de las vías cortando a trechos la tierra. Ya había sentido el ruido, ese oscuro tumulto que agitaba el suelo porque el árbol crecía tanto por arriba como por debajo. Por debajo era un árbol húmedo de largas y húmedas ramas nacaradas que penetraban en la tibia noche de la tierra.
Por ahí vivía y sentía el árbol principalmente, por ahí su día era un día del mundo, así de ancho y profundo, porque la tierra que palpitaba debajo de él le enviaba toda clase de señales, era un fresco cuerpo lleno de vida que respiraba dulcemente bajo las hojas y el pasto y sostenía cuanto hay en este mundo, incluso a otros árboles con los cuales el viejo álamo Carolina se comuni caba a través de aquel húmedo corazón.
Al este, por donde nace el sol, había un bosque. Lo divisó una mañana con sus ojos verdes más altos y todas sus hojas temblaron con un brillo de escamas. Era un árbol más grande, el más grande y formidable de todos. Al caer la tarde, con el sol cruzado barriendo oblicuamente los pastos que parecían mansas llamitas, los árboles aquellos ardieron como un gran fuego. Por la noche, el álamo apuntó una de sus delgadas ramas subterráneas en aque lla dirección y recibió la respuesta. No era un árbol más grande, era un bosque, es decir, un montón de ellos, tierra emplumada, alta y rumorosa hermandad.
¿Por qué no estaba él allí? ¿Por qué había nacido solitario? ¿Acaso él no era como un resumen del bosque, cada rama un árbol? Todas estas preguntas le respondió el bosque, sus herma nos, noche a noche. Esta y muchas otras porque a medida que se ponía viejo, en medio de aquella soledad, se llenaba de tantas preguntas como de pájaros a la tardecita. Los árboles no duer men propiamente, se adormecen, sobre todo en invierno cuando las altas estrellas se deslizan por sus ramas peladas como frías gotas de rocío. Es entonces cuando sienten con más fuerza todas aquellas voces y señales de la tierra.
Los animales de la noche salen de sus madrigueras y roen la oscuridad, un pájaro desvela do vuela hacia la luz de una casa, un bulto negro trota por el camino, los grillos vibran entre los pastos como cuerdas de cristal, un perro aúlla en la lejanía, el hombre se da vuelta en la cama y piensa cuántas fanegas dará el cuadro de trigo.
En este mismo momento, en esta noche tan quieta, la semilla está trabajando ahí abajo, el árbol la siente germinar, siente su pequeño esfuerzo, cómo se hincha y se despliega y recorre, pulgada por pulgada, el mismo camino que ha trazado el deseo del hombre, que ha vuelto a dormirse y sueña con una suave marea de espigas amarillas.
Y fue por ahí, por la tierra, que el árbol tuvo noticias del ferrocarril cuando un día sintió ese tumulto que subió por sus raíces. Tiempo después, luego de divisar la morada del hombre, vio por fin aquella alocada y ruidosa casa que con chimenea y todo corría sobre la tierra, y supo por ella que además de los pájaros gran parte de cuanto vive se mueve de un lado a otro y el viejo álamo, que entonces no era tan viejo pero sí árbol com pleto, sintió por primera vez el dolor de su fijeza.
Él sólo podía ir hacia arriba trazando un corto camino en el cielo y al co mienzo del otoño volar en figura según el viento en la trama de sus hojas. En cierto momento, después de la casa, el tren se transportaba entre sus ramas y a veces el penacho de humo llegaba hasta el mismo álamo. Esto dependía del viento, del cual, por instrucción de los pájaros, el viejo álamo había apren dido a extraer otros muchos sucesos. Según soplase, él agitaba sus hojas como verdes plumas y simulaba temblorosos vue los.
El viento subía y bajaba en frescas turbonadas por dentro de aquella jaula vegetal provocando, de acuerdo a la disposición del follaje, murmullos y silbidos que complacían al árbol mú sico.
Todo esto se aprende con los años, un verano tras otro, y luego para el árbol son materia de recuerdo en el invierno. El invierno comienza para él con la caída de la primera hoja. Un poco antes nota que se le adormecen las ramas más viejas y después el sueño avanza hacia adentro aunque nunca llega al corazón del árbol. En eso siente un tironcito y la primera hoja planea sobre el suelo. Así empieza.
Después cae el resto y el viento las revuelve, las dispersa, corren y se entremezclan con las hojas de otros árboles, cuando el viejo álamo Carolina ya se ha adormecido y piensa quietamente en el luminoso verano que, de algún modo, ya está en camino a través de la tierra, por el tibio surco de su savia. La lluvia oscurece sus ramas y la escarcha las abrillanta como si fuesen de almendra. Algunas se quiebran con los vientos y el árbol se despabila por un momento, siente en todo su cuerpo esa pequeña muerte aunque él todavía se sostiene, sabe que perdurará otros veranos.
Hasta que allá por septiembre memoria y suceso se juntan en el tiempo y un dulce cosquilleo sube desde la oscuridad de la tierra, reanima su piel, desentumece las ramas y el viejo álamo Carolina se brota nuevamente de verdes ampollas. El aire ahora es más tibio y el hombre, al que observa desde el brote más alto, recorre el campo y espía las crestitas verdes que acaban de aparecer sobre la tierra.
Para mediados de octubre el viejo álamo está otra vez recubierto de firmes y oscuras hojas que brillan con el sol cuando la brisa las agita a la caída de la tarde. El sol para este tiempo es más firme y proyecta sobre el suelo la enorme sombra del árbol.
Fue en este verano, cuando el sol estaba bien alto y la sombra era más negra, que el hombre se acercó por fin hasta el árbol. Él lo vio venir a través del campo, negro y preciso sobre el caballo sudoroso. El hombre bajó del caballo y penetró en la sombra. Se quitó el sombrero cubierto de tierra, después de mirar hacia arriba y aspirar el fresco que se descolgaba de las ramas, y se quitó el sudor de la frente con la manga de la camisa.
Después el hombre, que parecía tan viejo como el viejo álamo Carolina, se sentó al pie del árbol y se recostó contra el tronco. Al rato el hombre se durmió y soñó que era un árbol. 


Haroldo Conti nació en Chacabuco y murió en Buenos Aires en 1976. Fue narrador, autor y director teatral, asistente de dirección cinematográfico y guionista.
Publicó: Examinados (1955, Premio teatral Olat); Sudeste (1960, novela con la que obtiene el Primer Premio de Fabriel Editora); La causa (1960, con mención en el concurso Time-Life); Todos los veranos (1964, libro de cuentos que obtiene el segundo Premio Municipal); Alrededor de la jaula (1966, novela que gana el Concurso de la Universidad Mexicana de Veracruz y es publicada en México y Buenos Aires); Con otra gente (1967, segundo libro de cuentos); Los novios (1968, cuento que es traducido al alemán); En vida (1971, novela ganadora en el concurso Barral y editada en Barcelona); La muerte de Sebastián Arache y su pobre entierro (1972, guión); La balada del álamo carolina (1975, tercer libro de cuentos); Mascaró, el cazador americano (1975, novela premiada por Casa de las Américas).
En 1976 es secuestrado en su domicilio. Desaparece. Más tarde el dictador Jorge Rafael Videla reconoció, ante la prensa extranjera, que Haroldo Conti estaba muerto.

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miércoles, marzo 20, 2013

Groundation en Córdoba


Groundation es una banda de California fundada a fines de los 90s que tomó el roots, lo acomodó respetuosamente en su licuadora, los mezcló con elementos del jazz y el dub y le incorporó sonidos mágicos nyabinghis, propias de las asambleas religiosas rastafaris grounations. El resultado de semejante valentía fue una formación impresionante desde el punto de vista musical; además Groundation es una de las bandas referentes del género jamaiquino a nivel mundial, y una voz valiente en favor de la horizontalidad social y cultural.


El próximo  sábado 23 de marzo Groundation se presentará por primera vez en Córdoba. La cita será en el Teatro Griego, desde las 22 hs. Como invitados estarán Demasiado Revueltos, que festejan sus 20 años de carrera y Botánica.


En esta gira (que ha incluido Brasil y Chile) el plantel de esta banda no viene del todo completo. Su percusionista, Mingo Lewis Jr., acaba de enterrar a su madre después de acompañarla durante su larga enfermedad de cáncer, por lo cual se extrañará la marca que impone el sonido de sus congas y timbales; por otro lado, el guitarrista de jazz que ha estado compartiendo las últimas giras con Groundation, Will Bernard, tampoco formará parte del team, ya que su madre (sí, su madre) ha sido internada en un Hospital californiano. 

En los shows que vienen realizando en esta gira, vienen presentando A Tribute To Bob Marley. El Griego es el escenario ideal para este concierto: será el marco perfecto para lo que promete ser un momento histórico para la tribu que, más cerca o muy lejos de Haile Selassie I, disfrutará de canciones eternas reinventadas por una potente banda. 

Luis Funes

Venta de Entradas para Groundation en Córdoba: (0351)-570-3336. $ 103 (Anticipadas)

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domingo, marzo 17, 2013

Yo, interior, cuerpo (Miriam Reyes)

Por un lado
la vida que pasa
como un batallón de bárbaros quemando aldeas
y te deja
con ese olor a desolación en los ojos.
Por el otro
cuentas las monedas como cuentas de rosario
para llegar a fin de mes bajo techo.
Este oficio no es más sencillo con la práctica.


(de Espejo negro, 2001)



No soy dueña de nada
mucho menos podría serlo de alguien.
No deberías temer
cuando estrangulo tu sexo,
no pienso darte hijos ni anillos ni promesas.
Toda la tierra que tengo la llevo en los zapatos.
Mi casa es este cuerpo que parece una mujer,
no necesito más paredes y adentro tengo
mucho espacio:
ese desierto negro que tanto te asusta.

(de Bella durmiente, 2004)
 Diario de la deriva/Miriam Reyes/2003 (Fotos)

Miriam Reyes nació en Orense, Galicia, en 1974. Estudió Letras en la Universidad Central de Venezuela y Filología Hispánica en la Universidad de Barcelona. Se dio a conocer como poeta en la antología Feroces. Radicales, marginales y heterodoxos en la última poesía española, en 1998. Publicó tres libros de poesía, Espejo negro (DVD, 2001), Bella durmiente (finalista del XIX Premio de poesía Hiperión, 2004) y Desalojos (Hiperión, Madrid, 2008). Ha participado en numerosos festivales, dentro y fuera de España,y ha sido traducida al italiano y al portugués. Desde el año 2000 combina el trabajo de la palabra con el de la imagen. 
El próximo 19 de marzo a las 19:30 hs el Centro Cultural España-Córdoba presenta el libro: “Yo, interior, cuerpo” una Antología poética de Miriam Reyes.

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viernes, marzo 15, 2013

El Charco - Fotos





Foto: Mariana Gagliano (Córdoba, 1973)




Foto: Dolores Marimón (Córdoba, 1989)

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martes, marzo 12, 2013

De frente y de espalda (Fotografías de Sofía Nieva Mora)







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lunes, marzo 11, 2013

La casa que lloraba




Contra toda comprobación científica o argumento lógico, Emma vivía en una casa pocas veces vista. De un golpe de vista parecía una casa normal, con puertas y ventanas y buena luz, los ambientes eran generosos, tenía dos habitaciones, un baño, y un gran ambiente que unía la cocina con el comedor y dos espacios-living. Para todos los visitantes, esta era una casa de lo más agradable. Emma era una persona agradable y su casa bien la representaba, con sus sillones Berger color mostaza, sus muebles reciclados y los cuadros cubriendo todas las paredes que distraían de tal vez una que otra terminación no concluida o alguna mancha sobre el yeso. Lo cierto es que el rejunte y la calidez de sus ambientes hacían que las personas que llegaban si distendieran e hicieran de aquel un lugar un espacio de retiro del mundo. Ella los había visto entrar por la puerta; siempre los atendía con una sonrisa y compartía lo que estuviera haciendo, a veces llegaban abatidos, cansados, tristes, culposos, inseguros, disconformes, confundidos…Emma callaba, podía darles un abrazo dependiendo de la confianza, pero lo cierto es que le abría las puertas de su casa y esta hacía su labor. Todos usaban las partes de ella como mejor les viniera, o sentados en el desayunador, o en la mesa redonda, o en el Berger mirando el jardín, los de más confianza salían al patio y se recostaban en el gasebo, era notorio como cada cual iba relajando la mirada en distintos puntos de la casa, dejando de lado alguna realidad que posiblemente desapareciera al menos por un instante. Podría decirse que como Emma era arquitecta, había logrado ambientes cálidos y acogedores por su experiencia en el rubro, lo cierto es que ella sólo se transformaba en una observadora de lo que sucedía entre su casa y sus visitantes. Siempre había un silencio particular, liviano, acomodado entre todos los recovecos, no era una casa donde estuviera encendida la tevé ni la radio. Hasta aquí podría decirse que todo estaba de lo más normal, suele haber lugares reconfortantes con personas agradables adentro y eso sería algo casual y que no necesita ninguna investigación científica, pero lo extraño era, que cuando el visitante se iba y hasta Emma se distraía en sus tareas laborales o se ausentaba de su casa, esta comenzaba a llorar. Ustedes dirán, es imposible que una casa llore, y se preguntarán de qué manera lo hacía. Y hasta podrán decir que era solo cuestión de desperfectos de plomería, el hecho es que si un caño se rompe, para ser arreglado debería tener una intervención humana, un arreglo de cuerito y si un calefón chorrea hay que ajustar las tuercas etc, etc… pero como podemos demostrar que alternativamente, el bidet perdiera agua cuando llegó su hermana durante varios días y cuando se fue simplemente no lo hacía más, o cuando venía su amiga de lo más acongojada, la cañería de la cocina perdiera litros de agua y al otro día ya no lo hiciera más, o cuando el nuevo visitante llegara por primera vez el calefón goteara unos días y luego solo dejara de hacerlo. Por otro lado, su dueña había tomado cartas en el asunto en el momento exacto en que las cosas se rompían, entonces ajustaba el desagüe de la cocina que había quedado perdiendo y conforme con esto seguía adelante hasta advertir que cuando se arreglaba ese punto la canilla del baño empezaba a gotear, y cuando arreglaba la canilla del baño empezara a gotear el calefón y cuando arreglaba el calefón la canilla de la ducha no cerraba por más que se esforzara al hacerlo. El ruido de algún líquido goteante era habitual en su casa, de noche era más notorio, al principio su dueña se ofuscaba pero con el tiempo entendió que más allá de toda demostración científica y racional, su casa, la que la acogía en días alegres o tristes, la que acumulaba todo sus recuerdos y su presente necesitaba llorar. Igualmente su mente lógica se negaba a llegar sólo a esa conclusión tan onírica y poco real y un buen día llamó a un plomero para contarle que su casa estaba flojas de cueritos y que pusiera manos a la obra a todo lo que osara perder líquidos. El plomero estuvo varios días en su casa, y cuando creía que estaba concluida su labor Emma lo volvía a llamar recriminando que algo estaba mal arreglado y que ahora perdía la canilla del jardín, y cuando arreglaba el cuerito del jardín el tanque empezaba a perder porque el flotante se había roto, y cuando se arreglaba todo lo interior arrancaban las goteras en el techo. Al fin un día todo estaba en perfecto estado, las cosas empecieron a correr como siempre, los visitantes llegaba a su casa, pero algo había cambiado, rondaban por los lugares pero no podían distenderse a gusto ni había esa sensación de aislarse de la realidad que antes los hacía sentir tan confortables, ellos dejaron de venir de a uno, la casa no era visitada como antes y se sentía un vacío insoportable, entonces la casa no lloraba, pero su dueña, ya no sabía porque empezó a llorar todas las noches, le costaba conciliar el sueño y de a poco llorar le quitaba el hambre empezó a perder peso, de a poco había perdido fuerzas y sentía que de alguna manera se iba volviendo invisible, tanto es así que nadie supo nada de ella hasta que un día, su familia notando su silencio fue a buscarla a su casa. Cuando llegaron a ella, corrían ríos caudalosos en los pasillos, lagunas entre las camas y en el baño flotaban el cepillo de diente y el escurridor del piso. Había hongos en las paredes el techo se había resquebrajado. Había peces de colores flotando en las alacenas y algas verdes cubrían un bulto pequeño en uno de los placares….era ese bulto lo que quedaba de su dueña, apretada contra el fondo de un montón de abrigos inflados de agua, cuando abrieron las ventanas, empezó a correr el agua hacia la calle y el bulto de algas se dejó llevar hasta la alcantarilla de la calle y se fue por una de ellas. Nadie pudo hacer nada, desde entonces todos los que alguna vez visitaron esa casa y a su dueña, reparten lágrimas por toda la ciudad y en cada una de sus casas los plomeros intentan ajustar cueritos, tapar hendijas en los techos y ajustar calefones…

Beba Bidet (Córdoba, 1973)

Foto: Mariana Gagliano.

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viernes, marzo 08, 2013

ATRAVESAR LA NOCHE De Eduardo Rivetto


Dos hombres que migran en sentidos opuestos se cruzan azarosamente y esperan, a lo largo de una noche, la hora propicia para continuar sus caminos. La tierra que pisan es frontera: espacio de ilegalidad y tinieblas, una parte del mundo donde hasta la propia identidad pierde sentido. 


Como fieras agazapadas en la oscuridad, en un estado de alerta extrema - lejos de la anulación- estos seres se iluminan, se revelan, reconstruyen sus historias y la de sus pueblos. Al mismo tiempo pasan a ser uno el acosador del otro, la sombra de la que hay que huir, la amenaza de un mundo esquivo y diferente. 

Ahora, ¿se trata realmente de dos personas? ¿O es un encuentro fantasmal entre un emigrante ingenuo y necesitado con la proyección de su ilusión y de sus miedos?... ¿Quién es el fantasma de quién?



En escena: Pablo Tolosa – Eduardo Rivetto
Asistencia de Dirección: Lucas Goria
Escenografía, vestuario y Diseño Gráfico: José Quinteros
Diseño de Luces: Charly García
Dirección General: Sergio Ossés

FUNCIONES:
Domingos de marzo a las 21.30 hs
En Documenta Escénicas- Lima 364- Tel: 429280

















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