El Calefón

YATASTO (Córdoba, 2011)

Bebo (14), Pata (15) y Ricardito (10), son primos, amigos y compañeros en el carro. Viven en Villa Urquiza, un barrio urbano marginal de la ciudad de Córdoba. Allí, la mayor parte de sus habitantes son carreros y cartoneros.

Yatasto nos transporta al mundo de estos tres niños, para observarlo y sumergirnos de lleno en ese universo. La familia, los viajes en el carro tirado por caballos, sus conversaciones, la transmisión de conocimiento de su abuela Chinina y su visión del mundo son los núcleos de esta película.

DIRECCIÓN: Hermes Paralluelo

GÉNERO: Largometraje Documental

DURACIÓN: 98’

CO-PRODUCCIÓN: Hermes Paralluelo / Cine El Calefón

PRODUCCIÓN EJECUTIVA: Juan Carlos Maristany

JEFA DE PRODUCCIÓN: Fiorela M. Campo

CÁMARA Y FOTOGRAFÍA: Hermes Paralluelo / Ezequiel Salinas

SONIDO DIRECTO, ARMADO DE BANDAS Y DISEÑO SONORO: Federico Disandro

INVESTIGACIÓN Y COLABORACIÓN EN EL DESARROLLO DEL PROYECTO: Jimena Gonzalez Gomeza

MONTAJE: Hermes Paralluelo, Ezequiel Salinas

PRENSA Y COMUNICACIÓN: Ana Apontes

PRODUCIDA POR: El Calefón Cine

PRODUCTORES GENERALES POR CINE EL CALEFON: Ana María Apontes / Matías Herrera Córdoba / Juan C. Maristany / Ezequiel Salinas / Lucia Torres

  

CRIADA (Córdoba, 2009)

Hortensia tiene 53 años y vive en “El Puesto”, pequeño pueblo catamarqueño en uno de los más bellos parajes de Argentina. Ella es mapuche, nacida en el sur, pero desde niña fue llevada allí para ser la “criada” de una familia. Hoy es peona, cuidadora y mantiene la finca, al igual que la casa de sus patrones. Han pasado 40 años, Hortensia nunca recibió pago por su trabajo. CRIADA pone en cuestión una figura que permanece como los últimos resabios de la esclavitud.

GUIÓN Y DIRECCIÓN: Matías Herrera Córdoba

GÉNERO: Largometraje

DURACIÓN: 75’

ASISTENTE DE DIRECCIÓN: Julia Pesce

PRODUCIDO POR: El Calefón Cine / Habitación 1520

PRODUCCIÓN EJECUTIVA: Gema Juárez Allen y Lorena Muñoz

DIRECCIÓN DE PRODUCCIÓN: Juan C. Maristany

JEFA DE PRODUCCIÓN: Ana María Apontes

CÁMARA Y FOTOGRAFÍA: Matías Herrera Córdoba

FOTOGRAFÍA ADICIONAL: Ezequiel Salinas

MONTAJE: Miguel Colombo

SONIDO DIRECTO: Lucas Fanchín y Martín Alaluf

POSPRODUCCIÓN: Cinemapost

Cine El Calefón es una joven productora dedicada a la realización de documentales y ficciones de autor y contenidos para televisión. El reconocimiento de sus films en muestras y festivales internacionales, como así también la concreción de cuatro largometrajes con apoyo del INCAA, la ubica como una importante productora del interior del país

El Centro Cultural Leonardo Favio de la ciudad de Río Cuarto abre hoy, con doble programación, un Ciclo de Cine Latinoamericano que se desarrollará durante todo el mes, alternando -a partir del martes 19- con las programaciones del Cineclub Al Filo, del ciclo Cine por la Diversidad y con un apartado para el cine nacional, que prevé la presencia de directores de los filmes exhibidos. Hoy a las 19 horas se exhibe Alamar, del mexicano Pedro González-Rubio, y a las 21 horas se exhibirá Las marimbas del infierno, del guatemalteco Julio Hernández Cordón. En el mismo Festival, durante marzo, se presentarán Yatasto y Críada, de Cine El Calefón.
http://www.metropoliscine.com.ar/2013/02/marzo-en-el-cc-leonardo-favio/

Un Lente, Dos Poetas

Matías Canga (Córdoba, 1975) es un poeta que lanza todos los días en esta esquina > http://diallecto.blogspot.com.ar/

El efecto inflacionario hace amor cada caricia

El balance es imaginario, debe haber mil fantasías

El producto es manufacturado y a la vez se siembra pija

Rejas

                                                  

Sin perder los buenos modos ruego a usted me huela el orto

Se le otorga a las rejas respeto

En las veredas hay mierda de perro

Ya no hay murales, solo carteles vendiendo

Sirenas fatales tapan el canto del viento

Se crean leyendas sobre un caballero

Armado de reglas, moral y correcto

Ayuda a las viejas, les da el asiento

Les presta la oreja siempre aprendiendo

Imaginan la dama que no le hace asco a la cama

Busca el sustento intelectual, trabaja

Poseedora de sentimientos, bondad , cero mascara

Que además de buena mama es ejemplar

Tratan de conducirnos al miedo

Con esas pantallas en forma de hueco

Con imágenes sacras culeando pendejos

Con esa fe importada desde el extranjero

Entre leyenda urbana y realidad hay momentos

Al comedido lo destaca el ayudar y sus intentos

Es ciencia exacta la sabiduría popular no existen ellos

Somos nosotros damas y caballeros

Carlos Seppaquercia (Formosa, 1968, cordobés desde 1987), es un escritor que deja estos mensajes en los bondis, las paradas, los locutorios y las ventanas del Hospital de Niños.

                                                                                                                                                                         Tocado

Tenía un amigo que se volvió loco

Todos pensábamos que se hacía

Un día se puso peor

Un bicho lo fue comiendo por dentro

Está del tomate. Le duele

Hay que estar tocado del bocho

para andar haciéndose el loco por ahí.

 Hundido

Ancla en el tobillo

en el cuello en los imperceptibles huesos de la cadera

en la soledad del escapista

(esperando que el gobierno haga lo que tenga que hacer para que no me aumenten el alquiler)

Buscando otros idiotas

pero que sean más idiotas

Así parece que uno se va hundiendo de a poquito.

Fotos: Dolores Marimón (Córdoba, 1989) y su lente viajero por el mundo.

Intervine un recital de Aristimuño - Vicente Luy

Foto: Dolores Marimón

No hace una hora, intervine un recital de Aristimuño.

Vieja Usina. Entradas agotadas.

Igual, insistí, diciendo que venía a ver a Lisandro

que le traía un libro, que le preguntaran a él.

Vicente Luy; soy el poeta Vicente Luy le dije al sujeto a cargo.

Mi plan era otro.

Yo quería entrar antes; fui una hora antes

para curtir camarines y pedirle que me invite a subir a leer.

Iba a recitarle 7 poemas si arrancaba con un No.

Estaba, estoy, muy para adelante.

El tipo no me conoce. Le mandé un libro con Marce

pero no sé si ya lo recibió.

Confío ciegamente en mi poesía

y fui a saludarlo, pero, también, a audicionar.

En síntesis: no me dieron paso hasta empezado el concierto.

Me senté en el piso, en una esquinita, y prendí un pucho.

Y mientras sonaban las canciones, la ocurrencia fue tomando cuerpo

SE HIZO CARNE EN MI

Esperé a que terminaran los bises y me trepé al escenario.

La gente iniciaba la retirada.

Corrí al micrófono y grité:

            Soy el pez

            Soy el pez

            Soy el pez

            el que por la boca muere

            pero también / el que nada contra la corriente

Me cortaron el sonido.

Seguí con Venderle el alma al diablo, y vinieron a sacarme los de la producción.

No me querían dejar terminar el poema del Scrabble

me lo quisieron cortar a la mitad.

Ni los miré.

Seguí gritando.

La gente se iba, y todos pasaban en frente mío.

Algunos prestaron atención en ese lapso

pero sólo respondieron cuando dije “usá tu odio para el bien común”.

Como en un ensayo de orquesta, emitieron un sonido.

Igual, se siguieron yendo.

Los productores volvieron a por mí.

Los ignoré.

Dije 4 poemas más y me llevó la policía

un adicional.

Por suerte, me dejaron ir; me expulsaron.

Llevaba flores empapeladas en la etiqueta.

En un mundo lleno de amor, Lisandro hubiera venido a rescatarme.

En una de esas, con la adrenalina post show, no me oyeron.

Vicente Luy (1961-2012), poeta cordobés inevitable, que produjo una obra* que lo trasciende y que provoca. Su último aguijón se quedó sin dueño hace un año.

(*) Caricatura de un enfermo de amor, La vida en Córdoba, Aviones, No le pidan peras a Cúper, La sexualidad de Gabriela Sabatini, Vicente le habla al Pueblo, ¡Que campo ni campo! y Poesía Popular Argentina.  

Tuve que hacerlo

Debía hacerlo. y con mucho cuidado de no explotar su mirada antigua clavé dos agujas de tejer en la parte blanca de cada ojo …al fin se liberaban litros y litros de ego, coloqué baldes de colores varios para recolectar el líquido, los iba rotando…primero los verdes, después los rojos…regué las plantas del jardín hasta que se inundaron las azaleas… de a poco su cuerpo se iba desinflando…iba tomando su forma original, el trabajo fue arduo y duró mucho. 

Al fin dejó de caer el líquido viscoso…creí que lo había logrado, entonces me miró levemente, miró su cuerpo después y me preguntó, 

no estoy demasiado delgado?... suspiré entonces y lo dejé ahí, en medio de la casa, mirándose , mirándose, mirándose, mirándose…

Mariana Gagliano*

(texto y foto)

(*) Creadora de espacios en sus ratos libres, utiliza el tiempo restante en perseguir perros para estudiar el comportamiento humano, escribir y mirar más allá.