Tuve que hacerlo
Debía hacerlo. y con mucho cuidado de no
explotar su mirada antigua clavé dos agujas de tejer en la parte blanca de cada
ojo …al fin se liberaban litros y litros de ego, coloqué baldes de colores
varios para recolectar el líquido, los iba rotando…primero los verdes, después
los rojos…regué las plantas del jardín hasta que se inundaron las azaleas… de a
poco su cuerpo se iba desinflando…iba tomando su forma original, el trabajo fue
arduo y duró mucho.
Al fin dejó de caer el líquido viscoso…creí que
lo había logrado, entonces me miró levemente, miró su cuerpo después y me
preguntó,
no estoy demasiado delgado?... suspiré entonces
y lo dejé ahí, en medio de la casa, mirándose , mirándose, mirándose,
mirándose…
Mariana Gagliano*
(texto y foto)
(*) Creadora de espacios en sus ratos libres, utiliza el tiempo restante en perseguir perros para estudiar el comportamiento humano, escribir y mirar más allá.
Buenisimo!
ResponderBorrarCómo van esos escritos May? Vamo' a publicá o no vamo' a publicá? jajajajaja, besote! Doy fe de lo que dice el (*)
ResponderBorrarGenial
ResponderBorrarUna voladura de cabeza! Sigan posteando!!!
ResponderBorrarPosteeen!!! es adictivo!!
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