Review - Cine - El invierno de los raros
Ensayando
para ser completamente raro…
La
duda es crucial cuando se trata de ir a ver una película. Uno puede saber de
antemano quién la dirigió, quién actúa, cuáles son sus críticas, sus
galardones, su productora, quién compuso su banda sonora y “blablablá” pero lo
cierto es que la mayoría ODIAMOS que nos cuenten el final de las películas: nos
matan la duda, nos formatean la emoción o, como diría Hitchcock, nos cambia el
suspenso por la sorpresa.
Con
duda entramos, nos atragantamos con alguna golosina, bebemos una gaseosa, experimentamos alguna emoción y al cabo de 90
minutos ya “compramos” esa certeza propia: me gustó, no me gustó, no la entendí
(en casos como “Furia de titanes” o “Un
cuento chino” se nos están permitidas las irremplazables vulgaridades).
El
otro día, cuando fui a ver “El invierno de los raros”, opera prima de Rodrigo Guerrero,
aún con el sabor de los palitos de la selva en mi boca, cuando mi acompañante
formuló ésa, “La pregunta” infaltable: “¿te gustó?”. El catalogo de respuestas
habituales al ver me quedó chico así que, digna de una portada de revista de
peluquería, esbocé la frase pertinente:
“¡NO SE!”.
Dudaba
y dudaba… Y esa duda quedó revoloteando en mi cabeza por varios días: no era
que no la había entendido, no era que no me gustaba ¿Cómo (carajo) no me iba a
gustar?... Tiene absolutamente todo lo que busco en una película, pensaba: una historia
con contenido, una excelente dirección de fotografía, una armoniosa, original y
meticulosa banda sonora, actores que
calzaban perfecto para una prolija dirección, una cuidadosa puesta en escena y un
iluminado montaje, pero, ¿por qué no sabía qué pensar acerca de ella? ¿Por qué
seguía carcomiéndome la cabeza? ¿Por qué seguían viniéndome a mi mente sus
imágenes, como si se tratara de una de
Godard o de Lars Von Trier? ¿PORQUEE?…
Iba
a dejar la duda madurar, quizás en algún momento obtendría mi respuesta pero la semana siguiente, cuando fui a la
Facultad, caí en la sorpresa de que no se hablaba de otra cosa más que de “El invierno
de los raros” pero todos, dudosamente, concluían en la misma afirmación:
“excelente realización, pero, ¡no sé si me gustó!”.
A
la semana siguiente, mis dudas existenciales hicieron de las suyas y “El
invierno de los raros” ya era historia en mi lista de preocupaciones mentales
pero así como un ex novio que llama por teléfono a las 5 de la mañana (cuando
vos ya estás con otro), ese día abrí la puerta del aula (llegando tarde) y ahí
estaba, parado en frente de la que fuese su aula tres años atrás, el director
de la película. Había ido a nuestro curso a dar una charla acerca del proceso
de producción del film, el nuevo plan de fomento de la Provincia para el Cine
Cordobés y otras particularidades más (relacionadas sobre todo con la odisea de
producir un film en la Provincia). Así que junté coraje, esperé a que la charla
terminara y le pregunté: “Rodrigo ¿Quién compuso la música?” El director me dio
una tarjeta con el myspace del músico (http://www.clustermusic.com.ar).
Lo guardé en mi saco, al lado de mi lista del súper, mi poco coraje y mi
frustración dubitacional (si se me permite la expresión).
Esa
noche cuando volvía, casi como en una revelación/reanimación lisérgica, recordé
una frase del director: la película habla sobre la incertidumbre de los
personajes, sobre su vida, sobre su monotonía y sobre cómo, suave y
repentinamente, un día sus vidas comienzan a cambiar, casi imperceptiblemente,
casi como la vida de esos personajes, casi como la vida en un pueblo, casi como
la vida misma, casi como si la incertidumbre nunca se evaporara, casi como si
la vida se tratase simplemente de ello…
Algunos
dicen que una película que necesita ser explicada o entendida después de haber
sido vista está mal realizada, otros tantos opinan que se trata de una
pretensión cinematográfica elitista que, como muchas, queda a mitad de camino.
Yo simplemente me pregunto qué hubiese sido de La Nouvelle
Vague si sus contemporáneos de Cahiers du Cinemà no hubiesen nunca hablado de
ella…
Carmenita Scarfone
Carmenita Scarfone
Carmenita..Muy buena! Tu crítica fue todo un buen cuento sobre la pelicula..
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